1. Orfeo Ed Euridice, Mélodie (Ballet II). Overture, 3 Acts. Wq. 41: Lento
2. Schwanengesang Ständchen No. 4, D.957: Mässig
3. Piano Sonata No. 21, Op. 53: I. Allegro Con Brio
4. Piano Sonata No. 21, Op. 53: II. Introduzione. Adagio Molto
5. Piano Sonata No. 21, Op. 53: III. Rondo. Alegretto Moderato
6. Egmont. Overture. Op. 84: Sostenuto Ma Non Troppo
¡Le invitamos a oír este álbum único! Juan el bienaventurado tiene un sistema de iluminación musical. El piano es su lira de Orfeo. Hoy en día, como si fuera por primera vez, descubre las creaciones musicales de los compositores Glück, Schübert, Beethoven... Esta música es la revelación de los misterios de la soberanía marítima, que recién están comenzando. El mar es un mundo misterioso oculto a la vista exterior. En sentido espiritual pertenece a otro asunto y a otro mundo. Según la leyenda, muchas civilizaciones anteriores que perecieron fueron al fondo del mar.
La música es mediadora entre los dos mundos: el celestial y el terrenal. Y sus benditos instrumentos son profetas, ungidos, orfeos y beethóvenes.
Christoph Willibald Glück.
"Danza en los Campos Eliseos", pieza de la ópera "Orfeo y Eurídice" (1762)
Orfeo, el gran cantor de la antigua Atalanta, es el padre de todos los juglares. Él descendió sin temor al infierno, dependiendo sólo de un arma: el amor y el gran corazón que le fue dado por su padre Apolo. Incluso Cerbero, el perro rabioso de tres cabezas que devoraba a los muertos y a los vivos, no resistió a la lira de Orfeo. Y también hoy en día, la música del puro amor revelada desde lo alto ganará la victoria sobre todo mal del mundo, y el Reino de superior el amor, la bondad, la sabiduría y la paz será establecido.
Schübert. Serenata nocturna.
La esfera divina irracional de Schübert es signo de ansias mística ocultas de diálogo. ¡Cuánto aspira el alma a la unión con la Misteriosa Amada con lazos eternos! El corazón, como un pájaro, se transubstancia en el corazón del prójimo, cantando su oculta adoración. El cisne, cuando deja este mundo canta su canción más bella. Como Orfeo, el ave atlante de la nota Mi no muere, sino que se va al lago de los cisnes celestial.
Beethoven. Sonata Para Piano Nº 21 (1804)
Estas son bienaventuranzas hiperbóreas. Hiperbórea era tan hermosa y gloriosa que Apolo el dios de las musas (según leyendas atlantes) volaba a ella cada año durante los meses de verano en su carro solar y pasó allí un montón de tiempo. Reinaba una paz inquebrantable. No había diferencia entre el cielo y la tierra: las deidades se asentaban en la tierra y los humanos terrestres ascendían al cielo. La civilización era inmaculada. El cáliz solar alimentaba de lo alto durante miles y cientos de miles de años, según la cronología terrenal...
Obertura para el drama de Goethe "Egmont" (1810)
Del diario de Juan el bienaventurado: "...dulcísimas lágrimas cálidas del padre... las lágrimas de los Serafimes de Solovkí*, corren por mis mejillas interminablemente. Estoy llorando sobre el instrumento... yo estaba tocando "Egmont" y no podía controlarme. Eran lágrimas transfiguradas en las notas... la gente lo sintió y me consoló en sus cartas... la Atlántida nunca nos abandona... es el mundo de Beethoven. Por fin puedo interpretar a Beethoven de forma que, vibratoriamente y acústicamente, – manifiesta el mundo de la Atlántida... Mi oído es perforado con las vibraciones de la música atlante, lo cual es necesario para oír la Palabra Divina, para ver al prójimo."
*(Serafim de Solovki - el último zar ruso Mihail Romanov, estuvo 39 años en el Gulag).